El papa Francisco saludó uno a uno a 16 miembros de la minoría musulmana de los rohinyás que procedían de los campos de refugiados en la provincia de Cox’s Bazar, donde se han asentado al huir de la persecución que sufren desde Birmania. Francisco les pidió «perdón por la indiferencia del mundo». «Estoy cercano (a ustedes), la situación es muy dura», enfatizó.
El saludo se produjo al concluir el encuentro interreligioso en el que Francisco participó en el jardín de la sede del arzobispado con representantes de musulmanes, budistas, hinduistas y otros cristianos en Dacca.
Un grupo de tres familias, con 16 personas en total, entre ellas dos mujeres con nikab (que deja solo descubiertos los ojos), una niña y un bebé, se acercaron a saludar al Papa, quien se detuvo con cada uno de ellos para intercambiar algunas palabras.
Fuente: Ambito