Luego de una semana de tratamiento en el Senado, el proyecto impulsado por el Gobierno Nacional para reformar el sistema previsional conseguiría la media sanción para ser remitido a Diputados. Allí resultará más difícil acercar posiciones.
Tras una primera semana de debate en el Senado, el proyecto del Ejecutivo para reformar el sistema jubilatorio conseguiría el próximo jueves la media sanción para luego ser remitido a Diputados, donde resultará más difícil acercar posiciones. De la Cámara Baja, Daniel Lipovetzky (Cambiemos), Axel Kicillof (Frente para la Victoria) y Mirta Tundis (Frente Renovador) adelantaron en exclusivo para Crónica su postura frente a la iniciativa del gobierno nacional.
En una versión exprés, la Cámara Alta discutió esta semana en comisiones el proyecto enviado por el Presidente, Mauricio Macri, con consenso en casi todos los puntos. La principal modificación acordada hasta ahora refiere a la fórmula de actualización de los haberes jubilatorios y de las pensiones.
Ante el planteo del jefe de la mayoría peronista del Senado, Miguel Ángel Pichetto, el oficialismo accedió a cambiar el último jueves el cálculo propuesto para futuros aumentos. El proyecto sugería que a partir del año próximo las jubilaciones se ajusten por inflación y reciban un plus anual según el crecimiento del PBI.
El peronismo calificó esa propuesta de «muy pobre, muy mala». En su alocución, Pichetto reclamó «salir de la fórmula de ajuste por PBI porque es ínfimo» su resultado. Por ejemplo, si la economía crece un 2 %, el plus anual apenas alcanzaría a ser de 10 pesos.
Cuestión de voluntad
Por otro lado, el jefe de los senadores del PJ ponderó positivamente el hecho de que el proyecto planteara la posibilidad de manera optativa de extender la edad jubilatoria hasta los 70 años.
En este punto, el mensaje que acompaña la propuesta de Cambiemos argumenta que «en la actualidad, nos encontramos con un importante sector de la población con una esperanza de vida superior a la de las generaciones precedentes y con ganas e intenciones de seguir trabajando más allá de la edad de jubilación».
No coinciden en este y otros ítems varios especialistas en la materia. El defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino, advirtió esta semana: «No hay voluntariedad cuando no hay un salario que se corresponda: puedo optar por jubilarme a los 65 años si la jubilación me garantiza mi actual estándar de vida, pero si eso no alcanza a la mitad de lo que gano en actividad, no hay voluntariedad, sino compulsión».
El abogado previsional, Christian D’Alessandro, coincidió en que «la opción de jubilarse a los 70 tiene que ser porque quieren trabajar a esa edad por gusto, y no porque no les alcanza la plata». Al tiempo que explicó que, de aprobarse el proyecto, el haber mínimo bruto subirá el próximo marzo de $7.246 a $7.623. Es decir, un incremento de $377.
En este marco y a pesar de encontrar apoyo en diferentes sectores, el acelere de Cambiemos en la Cámara Alta no es casual, se busca aprovechar la «ventana» que surge entre el triunfo en las legislativas de octubre y la llegada de la ex presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, a la banca que asumirá en el Senado el próximo 10 de diciembre. Si bien es casi un hecho que el gobierno logrará evitar la confrontación sobre este asunto con su principal rival político, la presencia fuerte del kirchnerismo y los sectores de izquierda en Diputados promete un mayor desafío para Cambiemos y su reforma jubilatoria.
Fuente: Diario Cronica