Volumen de operaciones del mercado alcanzará las 900.000 unidades. De una rentabilidad del 5% se pasó a entre 3% y 1%. E incluso a pérdidas.
La Argentina es el país donde lo imposible se hace posible. El mercado automotor cerrará 2017 con un volumen de operaciones de 900.000 unidades, lo que lo convertiría en el segundo mejor año de la historia después de 2013. Sin embargo, las concesionarias aseguran que el nivel de rentabilidad es el más bajo de los últimos años, salvo el colapso de la crisis de 2002, y que incluso pierden plata.
Así lo sostuvieron ayer las máximas autoridades de la asociación que agrupa a los vendedores de 0 km (ACARA), durante un encuentro con la prensa con motivo del brindis de fin de año. Dante Álvarez, presidente de la institución, y Abel Bomrad, vicepresidente, apuntaron directamente a la avalancha de vehículos brasileños que se importa desde ese país como consecuencia de la crisis política-económica que vive ese país y que hace que sobren autos. Esto se tradujo en un festival de bonificaciones y descuentos para los consumidores argentinos que hace que hoy haya vehículos que se consigan al mismo precio o menos que a comienzos de año cuando la inflación -es decir, la suba de costos internos- ya ronda el 20%. Mientras el promedio de suba de precios en lo que va del año es de 14%, los vehículos nacionales se incrementaron cerca de 20%, en tanto los brasileños se ajustaron en el orden del 7%, lo que hace que se vuelque la decisión de compra del público hacia los importados que son más accesibles.
En los mejores años de rentabilidad (entre 2009 y 2015), la utilidad neta de una concesionaria era de 5% sobre el valor del auto. Hoy sólo las marcas más «prolijas» llegan a 3%, pero la mayoría apenas llegan a 1% o trabajan a pérdida.
«Sin esta política de subsidiar la venta de autos brasileños, el mercado de este año en lugar de llegar a 900.000 unidades se ubicaría en 700.000 ya que los precios no serían tan accesibles y la rentabilidad sería mejor», dijo Álvarez.
Tradicionalmente, el mercado interno estuvo compuesto por 50% de 0 km nacionales y otro 50% por importados. Hoy, la relación es 70%/30% a favor de los modelos que llegan del exterior, en su gran mayoría desde Brasil. Esto está provocando una situación delicada para muchas concesionarias. Tanto es así que los directivos advirtieron que si la tendencia no se revierte, habrá cierre de concesionarias aunque están tratando de conseguir comprador para salir del mercado. De hecho, hay datos del mercado que señalan que hay muchas concesionarias que siguen operando. Si bien el problema se centra en la crisis del país vecino, los empresarios no dudaron en señalar a las terminales automotrices como responsables de la fragilidad del mercado debido a un «abuso de la posición dominante». Esto se debe a que las fabricantes (que a su vez son los principales importadores) se lanzaron a una guerra de precios por ganar participación en las ventas forzando a las concesionarias a operar por encima de sus posibilidades.
«Pasar de un stock de unidades de 45 días a uno de 90 es un costo que las concesionarias no pueden afrontar. Lo mismo, las exigencias de objetivos difíciles de cumplir para obtener los incentivos que ofrecen que, en caso de perderlos, implica un costo mucho mayor por el valor de las unidades. Todo esto corre por cuenta de las concesionarias», dijo Bomrad. Por este motivo, muchas agencias autopatentan vehículos en los últimos días del mes para poder alcanzar esas metas, lo que significa una pérdida para la empresa.
A esto se suma el problema impositivo. La entidad está negociando con las provincias modificar la forma de cálculo de Ingresos Brutos debido a que el mecanismo actual golpea a la actividad comercial. Ya han acordado con alrededor de 14 distritos pero queda el resto en el que se encuentra la poderosa provincia de Buenos Aires. Este distrito está cobrando una alícuota de 3,5% y acaba de bajarla a 2,5% a partir del 1° de enero pero con sólo cruzar la Av Gral Paz, en Capital Federal, el gravamen es de 1,5% lo que alienta a comprar en ese distrito. Lo curioso es que la provincia y la ciudad, ahora, son del mismo signo político.
Pese a todo, la entidad estima que el año próximo el mercado va a seguir creciendo y se podrían llegar a vender 1.000.000 aunque tanto Álvarez como Bomrad dejaron en claro que si ese volumen se lograr con la misma política de los últimos meses, la situación de las concesionarias empeorará.
Fuente: ambito.com