Tras un período de relativa calma en un año extremadamente intenso en la península de Corea, el régimen de Kim Jong-un volvió a hacer sonar las alarmas en todo el mundo esta semana con el lanzamiento del Hwasong-15, su último y más letal misil intercontinental que tendría la capacidad de alcanzar todo el territorio de Estados Unidos y Europa.
La amenaza de una guerra nuclear volvió a colarse en la agenda del mundo y muchos no dudaron en avanzar en los preparativos para un escenario que no se concebía desde los peores años de la Guerra Fría y el juego de suma cero entre Washington y Moscú.
Tal es el caso del estado de Hawaii, que esta semana comenzó las pruebas de un sistema de emergencia sonora ante un ataque nuclear con misiles balísticos.
Con esta vieja tecnología de alerta, que consiste en una red de 400 sirenas, se intenta dar un preaviso de 12 o 13 minutos a la población para que pueda ponerse a cubierto de la mejor manera que sea posible.
«La respuesta principal de la Agencia de Gestión de Emergencias de Hawaii (HEMA, en inglés) ante la amenaza de un ataque nuclear con misiles balísticos de parte de Corea del Norte ha sido educar al público sobre las mejores acciones que pueden tomar para incrementar sus chances de sobrevivir», explicó Richard Rapoza, portavoz de HEMA, un organismo dependiente del Departamento de Defensa de Estados Unidos.
«La reutilización del Tono de Alerta de Ataque provee la más rápida y más confiable advertencia para nuestros residentes y visitantes»
El Hwasong-15, que voló a un altura de 4.475 kilómetros durante 53 minutos en los que recorrió casi 1000 kilómetros, está plenamente capacitado para golpear Hawaii, el estado de Estados Unidos más cercano a Corea del Norte, e incluso mucho más allá (su alcance total se calcula en 13.000 kilómetros).
La isla, además, es sede de la principal base de la marina de Estados Unidos en el océano Pacífico, todo un símbolo de su proyección geopolítica de Washington en el sureste asiático.
El sistema de sirenas por ataques en Hawaii había sido dado de baja a principios de la década de 1990, cuando la Guerra Fría ya había terminado. Sólo se retenían las torres con el fin de alertar por la llegada de tsunamis, huracanes y otros desastres naturales.
Pero el viernes las sirenas «gimientes», como las describen la autoridades, que alertan por un ataque nuclear volvieron a sonar una vez más, en intervalos de 50 segundos, en la primera prueba del sistema que consta de 400 emisores en todo el archipiélago. El testeo se repetirá una vez al mes, el primer día laborable de cada período, por un tiempo indeterminado.
Al escuchar el sonido de este Tono de Alerta de Ataque (Attack Warning Tone), «único y limitado a un sólo propósito», quien lo escuche sabrá inmediatamente lo que está ocurriendo y acatará la orden de «ponerse a cubierto, mantenerse allí y escuchar los informes», según explicó Rapoza.
A diferencia de lo que ocurría durante la Guerra Fría, sin embargo, no hay refugios especializados, o «búnkers», creados por las autoridades ya que éstas no los recomiendan en caso de un ataque nuclear.
«El tiempo de tránsito para un misil de Corea del Norte hasta Hawaii es de unos 20 minutos. Teniendo en cuenta el tiempo que toma confirmar el lanzamiento, calcular el objetivo y alertar al público, quien escuche la sirena de alerta tendría entre 12 y 13 minutos para ponerse a cubierto», explicó Rapoza.
«Esto no es suficiente para llegar a un refugio designado especialmente. En cambio, recomendamos quedarse en el hogar o ponerse a cubierto dentro de un edificio cercano si uno está afuera cuando suene la sirena», agregó.
De acuerdo a HEMA, un ataque con una bomba nuclear de 150 kilotones sobre la isla principal de Oahu produciría unos 18.000 muertos instantáneamente, y entre 50.000 y 120.000 heridos.
Oahu y Honolulu son los blancos más probables precisamente por su alto valor militar debido a la infraestructura de la marina allí presente.
En junio las autoridades ya habían comenzado a hablar a la población sobre la posibilidad de una detonación nuclear, en incluso repartieron un protocolo de actuación en el evento.
Entre los principales puntos se recomienda buscar un lugar donde refugiarse, lejos de las ventanas, y evitar mirar directo hacia la explosión nuclear. También se indica permanecer encerrado hasta que las autoridades den el aviso de salir o hasta que hayan pasado dos semanas, lo primero en ocurrir.
Debido al colapso inmediato de la telefonía celular e internet, se aconseja utilizar estaciones de radio AM/FM para recibir informes de las autoridades.
Según pudo explicar Rapoza, hasta el momento los residentes de Hawaii han respondido con calma a los preparativos ante un posible ataque. «Nuestra población es resiliente, responde bien a los desafíos», consideró.
Este paradisíaco archipiélago de 1,4 millones de habitantes no es el único territorio que comienza a aceptar la realidad de la amenaza de Pyongyang. A mediados de este año la isla de Guam, territorio no incorporado de los Estados Unidos, estuvo en el medio de las amenazas de Kim Jong-un y una alerta de ataque disparada por error causó brevemente el pánico entre la población.
Japón, por encima de cuyo territorio ya han volado varios misiles probados por Corea del Norte, también avanza en sus preparativos ante un ataque y el viernes se realizó un simulacro de ataque nuclear en una escuela en Fukuoka, una ciudad en la isla de Kyushu.
En septiembre las autoridades incluso enviaron un mensaje de texto alertando por el sobrevuelo de un proyectil de Pyongyang y llamaron a la población a buscar refugio. El misil cayó finalmente en el mar.
Posibilidad remota
A pesar de la preparación, las autoridades de Hawaii intentaron recordar a la población que la posibilidad de que suceda un ataque es muy remota.
Fuente: Infobae