Fue aliado al ex jefe de la barrabrava de Boca, con quien se distanció hace unos años; lo mataron en su casa, cuando estaba en la ducha.
Gustavo el «Oso» Pereyra, ex integrante de La Doce, la barrabrava de Boca, fue brutalmente asesinado en su casa. Le dieron siete balazos cuando estaba en la ducha en su departamento del Barrrio Don Orione, en Rafael Calzada. Estaba su madre en la casa y las personas que irrumpieron -rompieron la puerta- le preguntaron a ella dónde estaba «el Oso». Se metieron y lo balearon. Murió en el hospital y hoy le realizarán la autopsia.
Pereyra es un hombre que estuvo durante muchos años vinculado al mundo barrabrava. Formó parte de La Doce y hasta fue una de las manos derechas de Rafael Di Zeo, el histórico jefe de la barra xeneize, con quien estuvo procesado y compartió la cárcel en Ezeiza. Allí ambos se pelearon y, según cuentan quienes frecuentan el paravalanchas de Boca, Pereyra no regresó cuando salieron de aquel penal.
Pereyra y Di Zeo fueron condenados, junto a otros barras de Boca, por los incidentes en el amistoso que Boca disputado con Chacarita en la Bombonera, en marzo de 1999. Les dieron tres años y 10 meses de prisión y compartieron el pabellón del penal de Ezeiza hasta que se pelearon y Di Zeo «lo sacó» de allí.
Durante varios años, como suelen hacer los barrabravas, trabajó como «guardaespaldas» y «fuerza de choque» de algunos sindicalistas, donde estuvo involucrado en varios escándalos, como un tiroteo en una fiesta. Pero el pasado 27 de septiembre, Pereyra fue detenido junto a un barra de River, Jonathan Kresta, con quien compartía la tribuna de la cancha de Claypole. Según dijo Juan Manuel Lugones, titular del Aprevide, estaban formando una ONG pensando en viajar al Mundial de Rusia 2018.
Fuente: La Nación